A partir de ahora, justo ahora, defender que los inmigrantes delincuentes sean deportados ya no te alineará con VOX (como me ha pasado a mí durante años), ahora serás un hombre de paz.
El propio secretario general ya había arropado hace escasas semanas las palabras del alcalde de Calella, una turística localidad costera de casi 20.000 habitantes. “Si no han venido a integrarse y a trabajar como hace la mayoría de la población, no tienen cabida en nuestra casa”, había expresado el edil Marc Buch en referencia a 11 personas extranjeras, residentes en el municipio, que acumulan más de 200 detenciones. @elmundo