Las mujeres esperan sentir, porque así se lo han contado siempre, un fuerte dolor en el pecho o en el brazo izquierdo. Pero estas son las señales de alarma en los hombres. Ellas, muchas veces, sufren otros síntomas totalmente distintos. Al desconocerlos, tardan mucho más en alarmarse y acudir a urgencias.
Tratamientos machistas… Si tiene suerte y supera ese primer infarto, una mujer aún deberá enfrentarse a otra discriminación más: la rehabilitación. Los datos demuestran que ellas reciben menos tratamientos de recuperación que ellos. Según Leticia Fernández-Friera, directora de la Unidad de Cardio-Mujer en Atria Clinic, “las tasas de adherencia femenina a los programas de rehabilitación son un 30% menores a las de los hombres”. @lasexta
Cada vez hay menos y ya no saben de dónde extraer más machismo. Esto es como fracking feminista.