Como parte del estudio, los investigadores expusieron la piel de ratones a S. aureus. Los roedores desarrollaron una picazón intensa durante varios días y el rascado repetido provocó daños en la piel que se extendieron al los alrededores del sitio inicial. En tanto, los animales expuestos a la bacteria se volvieron hipersensibles a estímulos inocuos que normalmente no causaban picazón.
“La bacteria S. aureus se encuentra en casi todos los pacientes con dermatitis atópica, una enfermedad crónica. Demostramos que la picazón puede ser causada por el propio microbio”, dijo en un comunicado Isaac Chiu, profesor asociado de inmunología en el Instituto Blavatnik del HMS y autor principal del estudio, publicado en la revista Cell. @infobae