Un farmacéutico de Bérgamo (Italia) se ha visto obligado a seguir trabajando a los 78 años para mantener a su hijo. Su historia comenzó hace más de 50 años, cuando empezó a trabajar en la farmacia familiar, un negocio que, aunque inicialmente le pertenecía a su exmujer, fue parte integral de su vida durante 25 años. | huffingtonpost