Mar González afirma que llegó algo tarde a una profesión que le apasiona. «Al principio no fue nada fácil porque no estaba muy bien visto que una mujer dejara la casa y a sus hijos con el padre para dedicarse a esto», afirma. Con nueve años quería pilotar aviones y, a los 30, reemplazó aquel sueño infantil por el de conducir un gran camión y hacer de ello su profesión. Y lo cumplió. Hoy, con 15 años de experiencia, mira atrás desde el volante de su Mercedes Actros 480 y no se arrepiente. Forma parte de ese escaso porcentaje de mujeres -un 3,8%- que trabaja en España conduciendo un vehículo de mercancías. @elmundo
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