Extra: si te ríes vas al infierno.
«Hace 12 años emigré a Estados Unidos y mis inicios fueron difíciles. No fue el sueño americano. Básicamente terminé en la calle, viviendo y durmiendo en un coche. Un día estaba en un centro de donaciones, un lugar donde la gente sin recursos compra ropa de segunda mano, y vi una colección cerrada muy grande de cromos de fútbol. Costaba 200 dólares y me quedaban 200 dólares. Sabía que el fútbol estaba creciendo en Estados Unidos, que el coleccionismo de béisbol o de baloncesto movía mucho dinero en el país y pensé que quizá valía la pena, que podía sacar algo. Realmente tampoco imaginé que llegaría a dedicarme exclusivamente a los cromos», relata el argentino Damian Olivera-Bergallo, uno de los coleccionistas de cromos más importantes del mundo, con una vida que exige un relato. @elmundo
No digo nada 🤣 pic.twitter.com/HTDZba3k2q
— Antonio Naranjo (@AntonioRNaranjo) October 15, 2024
Enviado por @ninotoxico
Extra aportado por Donald Trunks:
Voy a pedir yo una paguita de esas por mi adicción a Finofilipino. @Maki
El Tribunal de Hasslehölm, Suecia, falló a favor de Roger Tullgren, un hombre de 42 años, quien tras una década de lucha legal consiguió que su adicción por el heavy metal fuera considerado una incapacidad permanente que afectaba su capacidad para mantener un empleo a tiempo completo. Esta decisión, inédita en el ámbito jurídico sueco, le otorgó percibir una pensión mensual que complementaba con sus ingresos. @huffingtonpost
Yo no cumplo con los requisitos raza, pero a ver quien de ustedes si y se anima? pic.twitter.com/PZA488KCG4
— Burro Loco (@BurroLoco11) October 14, 2024
Her father freaky 😭 pic.twitter.com/QTouQQ9RZd
— Clips For You 🔥 (@ForYouClips) October 14, 2024