Tan solo el 24% muestra ilusión, frente al 60% que lo hacía en 2007. La acumulación de tareas, muchas de ellas burocráticas, y la falta de libertad para usar materiales propios y sentirse valorados, está detrás de este desgaste.
De hecho, el 38% de ellos vive con distanciamiento e indiferencia su día a día, frente al 2% de hace 15 años, en 2007. Además, su ilusión desciende del 32% al 24% y su cansancio aumenta del 2% al 13%.
Pero son las agresiones, físicas y verbales, la principal causa de su empeoramiento, hasta el punto de querer abandonar su profesión. “Lo que ha crecido en un 30% es el porcentaje de docentes que estarían dispuestos a dejar la profesión”, ha asegurado Ariana Pérez. @lasexta