El Gobierno aprovechó ayer el nuevo récord de empleo alcanzado en junio para destacar el buen comportamiento del mercado laboral en un colectivo concreto: los jóvenes. Sin embargo, coincidiendo con la publicación en España de los datos de Trabajo y seguridad Social, Eurostat difundía una estadística que vuelve a situar a nuestro país como el farolillo rojo de la UE en términos de paro, en general, y de desempleo juvenil, en particular. Un jarro de agua fría que cae en un contexto en el que los jóvenes empiezan a asumir que van a tener que trabajar más años que sus padres si quieren cobrar una pensión digna. @elmundo