Un médico residente de 36 años sufrió este pasado jueves una brutal agresión a manos de un paciente en el centro de salud de Los Castros, por la que podría perder el ojo derecho. «Me atacó un chico muy joven que no conocía de nada. Me tiró al suelo de un cabezazo y, una vez ahí, me propinó con ensañamiento hasta nueve puñеtazos. Todos en el mismo sitio, en la región temporal del lado derecho del rostro. Iba a lo que iba. Buscaba hacer daño de verdad», revive el joven doctor, que prefiere omitir su nombre.
«Esto era algo que veníamos avisando desde hace mucho tiempo. Empezaron los casos de insultos, luego vinieron los empujones, ahora hemos visto puñetazos y llegará el momento de los navajazos», denuncia Santiago Raba, vicepresidente del Sindicato Médico.
«He tapado todos los espejos de casa porque no quiero verme la cara. Estoy en revisión de Oftalmología cada 24 horas y el lunes me hacen otro escáner a ver si hay algo más. No quiero preguntar de más, pero ya veo a los médicos cómo me miran cuando me inspeccionan la cara», lamenta mientras revive la escena en la que la madre del agresor «lo jaleaba» para que continuará con los golpes mientras él padecía en el suelo. @eldiariomontanes
Imaginad que después de eones viendo que todos esos ataques vienen siempre del mismo tipo de gente, los médicos desarrollan unos prejuicios que les hacen tener “especial prudencia” con cierto tipo de personas. Pum! magia, los médicos serían reisist.