Tenía una avería en casa, así que llamó a un fontanero y le pidió precio. A partir de ahí, la historia entró en una espiral entre surrealista y dramática: secuestró al profesional porque el presupuesto era «un robo» y acabó atrincherándose con él bajo la amenaza de explosionar una bombona de butano y «volar el edificio», según las manifestaciones de la víctima y de los testigos. Tras una ardua negociación, y un violento enfrentamiento con la policía, pudo ser detenido. @diariosur