No le faltaba razón, pero tampoco le sobraba.

Si le ponemos tantos condicionantes a la libertad, podemos concluir que un Guepardo que vive en la sabana solo es libre si no está pasando hambre. Si nos ponemos exquisitos, en última instancia NUNCA tendrás libertad, porque siempre serás preso del contexto que te moldeó, tu genética, y la educación que recibiste. Porque tampoco será lo mismo que te saques una carrera en una facultad franquista, que en una comunista, digo yo. Por muy formado que estés.

Por cierto… ¿Acaso mojar el churro no es una necesidad? ¿El que lleva un año sin mojar no es libre? Vale que su necesidad de intimar con mujeres esté moldeando de alguna manera sus actos (sobre todo con las propias mujeres), pero han sido precisamente sus actos en libertad los que le han llevado a esa situación. Como algunos partidos siempre insisten en que el gobierno tiene que garantizar las necesidades básicas… lo mismo en breve estrenamos un ministerio de secso y asuntos onanísticos.

Yo creo que la libertad no es un absoluto, no es un “soy libre, o no soy libre”. Hay grados de libertad, y la pérdida de libertad no siempre es culpa de factores externos o entes opresores malignos. Tú mismo te puedes meter en una cárcel con tus decisiones “libres”.

¿Quién es más libre? ¿Paco, que tiene sus necesidades satisfechas, pero tiene mujer, hipoteca, un perro, y tres hijos? ¿O una persona que ahora mismo está en paro pero tiene 0 responsabilidades y puede darle a su vida el rumbo que él decida? ¿Cuál de los dos puede “empezar a pensar si es libre”?

Eso sí, como discurso para levantar a la gente de sus sillas le doy mis dieses.