Como cada equinoccio, la armilla ecuatorial, un aro metálico paralelo al ecuador terrestre, de Santa María Novella en Florencia arrojó ayer una sombra recta en lugar de la habitual elipse.
Así se llamaba antes a los despertadores: knocker upper, que con un palo golpeaban para que te despertases para ir al trabajo por la mañana. Feliz Lunes. @PepeViruelas.