«Aunque fuéramos lo bastante insensatos como para considerar verdaderas todas nuestras opiniones, sin embargo, no desearíamos que fuesen las únicas. No veo la razón de que haya que desear la omnipotencia y la tiranía de la verdad; basta saber que la verdad posee una gran fuerza. Pero es preciso que pueda luchar, que tenga una oposición, y que, de cuando en cuando, podamos descansar de ella en lo que no es verdad. De lo contrario, lo verdadero se volvería aburrido, sin gracia y sin fuerza, y haría que a nosotros nos pasara lo mismo.»
— F. Nietzsche