Ayer Irene Montero apuntaba con el dedo a una señora, con nombres y apellidos, para que bajase el alquiler a los inquilinos. A raíz de eso me dio por decir que los políticos tenían que legislar, para facilitar a la gente el acceso a la vivienda, y dejarse de gaitas populistas. Y hoy me encuentro con esto:
“Limitar los alquileres hace más bien que mal”
Premio para el señor.