Los dos partidos bajo sospecha por el fraude de votos en Melilla comenzaron pagando 50 euros por cada voto amañado, pero la subasta empezó a subir hasta llegar a los 120 euros. El juzgado va a citar a declarar a cientos de ciudadanos que han pedido el voto por correo. La competencia entre los dos partidos involucrados ha provocado esta subasta fraudulenta, según fuentes de la investigación. Votos comprados por cerca de un millón de euros, calculan los investigadores, que ahora no sirven de nada tras la contundente decisión de la Junta Electoral Central de exigir a esta ciudad que pida el DNI en el momento de la entrega del voto. @cadenaser

Extra: los abuelos deberían ser eternos.

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