
La promesa de la DGT para la seguridad vial del futuro se basaba en una nube robusta: la DGT 3.0. Sin embargo, una investigación técnica destapada por Banda Ancha ha revelado que los cimientos de la infraestructura no son tan sólidos como pensábamos. El dominio de internet que actúa como puerta de entrada para los datos que envían las balizas v16 no es propiedad del Ministerio del Interior ni de la DGT. Según los registros oficiales, pertenece a un ciudadano particular. @xatakamovil








