[…] Ella ya interpuso entonces una denuncia contra el guardia civil por presuntos malos tratos, tanto físicos como psíquicos. Pero como ha sucedido ahora, el hombre acabó absuelto.
Pero ni aquella vez ni esta el padre de la niña se ha librado del «calvario» –como lo define su abogada, Rosario Álvarez– que supone verse obligado a sentarse en el banquillo de los acusados y ser señalado por unos hechos tan deleznables. Es más, pese a que los tribunales han cuestionado en sendas ocasiones la verdadera intención de su exmujer al denunciarlo, en ninguno de los casos esta ha sido condenada en costas, teniendo que asumir él los gastos de su defensa. […]
@heraldo.
Ver post completo