Ayer os mostraba mi indignación por la obvia intención de los medios de omitir datos del caso, como la etnia de los autores. Finalmente los asesinos sí eran parte de un clan gitano, pero no fue una disputa entre clanes, ya que el fallecido era payo. “El Payo Loco”.
A más de una feminista le va a dar un cortocircoito pensando en cómo afrontar que un clan se haya cargado a un hombre que defendía a las mujeres de agresiones machistas de gitanos…
[…] No fue una pelea entre clanes rivales. No fue un ajuste de cuentas por temas de narcotráfico. No hubo un móvil económico. El asesinato de un hombre el sábado por la noche en Baró de Viver (Sant Andreu, Barcelona) es la historia de un clan gitano que tenía atemorizado a un barrio entero. Les llaman ‘Los Pistoleros’, por su facilidad para sacar armas de fuego. Una familia dedicada al narcotráfico que, además de haber amedrentado y golpeado a medio vecindario durante años, tenía una especial querencia por agredir a las mujeres. Pero había un vecino que no nunca agachó la cabeza: Eduardo Colmena Cebrià, un exluchador de grecorromana que salió en defensa de las víctimas cada vez que vio algún abuso. “El clan no pudo soportar que un payo les plantase cara; por eso le decían ‘El Payo Loco”, cuentan desde el entorno del fallecido. Por eso han ido detrás de Edu durante 4 años. Por eso lo mataron a sangre fría antes de Navidad. […] [Noticia]
Gracias Esnifakko por la pista.