Cuando una patrulla de la Policía Local de Caspe dio el alto el pasado fin de semana a un ciclista que circulaba en dirección prohibida no imaginaba que aquella infracción de tráfico se iba a castigar con algo más que una multa. De hecho, el conductor de la bicicleta podría pasar una larga temporada entre rejas, ya que su actitud nerviosa y un fuerte olor a ácido infundieron sospechas a los agentes que le dieron el alto. Y al practicarle un cacheo corporal, descubrieron que ocultaba 200 gramos de coca en los calzoncillos. @heraldo