Pialí Bajá combatió a los españoles, o lo que quedaba de ellos, durante tres meses. Mientras sus generales consiguieron escapar, 5.000 hombres dirigidos por Álvaro de Sande quedaron aislados. La mitad de ellos eran soldados y la otra mitad simples marineros. Sin ayuda alguna, se rindieron ante los otomanos, pero Dragut no tuvo piedad alguna. Ni siquiera los tomó como prisioneros.
Directamente ordenó cortar la cabeza de los 5.000 supervivientes, limpiar sus cráneos y sus huesos y, junto con barro, construir en la playa una torre levantada con calaveras españolas y adobe. Este terrorífico monumento que podía verse desde el mar a decenas de kilómetros, serviría como advertencia ante futuros intentos de conquista.
A esta torre se le llamó Buj Al-Rus, que significa “Torre de las calaveras”, Medía más de 10 metros de altura y se mantuvo en pie durante casi 300 años, hasta 1848, cuando el rey de Túnez ordenó su demolición y dio sepultura a los restos. Más tarde se erigiría en su lugar un monolito en recuerdo de los miles de españoles que perecieron de manera atroz en aquella isla. @xataka