La policía reclama que para sus 1,65 metros de altura y 55 kilos de peso era demasiado grande: “La he llevado durante cinco años, pero me quedaba muy grande. No podía subir ni bajar el caballete. Necesitaba ayuda. Me habré caído unas 3 o 4 veces y eso que soy súper cuidadosa. Terminaba con la espalda desguazada”, reclamando “el mismo derecho que mis compañeros a coger la moto”.
Con el carnet A, la formación fue una complicación para ella: “No me llegaban los pies al suelo. He visto mi vida en peligro. Ha habido días que pensaba que me iba a matar”, reclama.
Siguió adelante con el curso, y no con buen final: “Me dejaban tirada en mitad de un puerto, uniformada, con un arma y los distintivos de la Ertzaintza“, hasta que la suspendieron “porque decían que había hecho seis segundos menos en un circuito”. Ahora ella no quiere volver a montar en moto. @motorpasionmoto
Por un lado, mis dieses a esa chica de 1,65 por tener huevos de llevar un bicharraco de esos.
Y por otro lado… Ya sabéis lo que pienso, no voy a hurgar más en la herida.
Enviado por Ángel.