Le he preguntado a un finolier profesor qué piensa sobre la “polémica” de los Whatsapps.

Cuando apruebas la oposición tienes un periodo de 3 meses en el que eres funcionario en prácticas y tienes que hacer un curso ridículo en el que básicamente te hacen perder el tiempo. Curso, por cierto, en el que intenté que me echaran, pero no fue posible. Luego si lo encuentro rescato lo que les dije en mi memoria de prácticas…

El caso es que uno de los módulos del curso era sobre «igualdad» (ojo, todo esto en Murcia, que son «más fachas que el águila de la bandera» jajajaja… (como Escohotado, odio la palabra facha, pero esa frase me parece genial) no me quiero ni imaginar en otras comunidades…

Bueno, pues yo puse que para fomentar la igualdad podríamos hacer programas para dar la turra a los chavales, ya que «como se podía comprobar en los candidatos seleccionados en la oposición de magisterio» el 80% (si no más) eran mujeres. Lo que es una clara desigualdad.

En los colegios públicos que he estado, el claustro era de unas 30 personas y chicos éramos 5 o 6. Y de los 5 o 6, al menos dos gays (sin contarme a mí…).

De modo que pobres estudiantes de magisterio. Entiendo lo que han debido sentir al verse rodeados por un mar de compañeras a 360°. En esa edad donde aún uno es capaz de soportar en las condiciones idóneas el peso de un albornoz húmedo… Probablemente su testosterona imparable, al igual que la maldad intrínseca de su género, les haya hecho pensar que un grupo de Whatsapp privado era privado… que ilusos…

Ahora se subirá la ratio de mujeres aún más. Y de verdad te digo que cuando veo a la gente tan adoctrinada, no doy crédito. A veces pienso que deben ser figurantes fruto de alguna extraña «performance». Te juro que no me lo puedo creer.

Pienso, pero si son un grupo de retrasados mentales (Podemos & company) ¿Cómo han infectado hasta tal punto la mentalidad de la gente?

O será que tienen razón y soy yo el que está lobotomizado por los aportes fаscistas de Finofilipino… No sé qué pensar jajajjaaja.

Vamos de paseo al mundo de la piruleta mientras borramos el historial del navegador toooodos los días 🙂