El quid de la cuestión, además de la ya citada superficie fotovoltaica que lleva instalada, está en una eficiencia energética extraordinaria gracias a una cuidada aerodinámica y un desarrollo ultra ligero a partir de un chasis monocasco y una carrocería fabricada de forma completa en fibra de carbono. Y todo eso usando una pequeña batería de 38 kWh.
El test se ha llevado a cabo en el Centro Australiano de Investigación Automotriz. Allí han llegado hasta los 1.000 km de autonomía con una velocidad media de 84,17 km/h y en un tiempo de 11 horas y 53 minutos. Todo ello con la pequeña pila de la que te hablábamos en el párrafo anterior, que en un choche eléctrico convencional sería imposible tener ese alcance. @topgear