Tesla ha emitido un boletín que está llegando a sus centros de servicio donde cada coche que pase por ellos saldrá con menos peso físico en su haber. El boletín exige que los técnicos retiren los radares de los coches, los cuales vienen instalados de fábrica, sea cual sea el motivo por el cual el vehículo llega al taller. Lo peor de todo es que esto se hace sin permiso del cliente.
Pues como Tesla no ha dado explicación alguna y los usuarios se están encontrando con todo esto “de golpe y porrazo”, las preguntas a los técnicos y mecánicos están dando mucho de qué hablar, porque cada uno da una respuesta diferente al parecer.
Las más usadas han sido el hecho de que según Tesla, los sensores de los radares consumen energía, y como están deshabilitados desde hace meses por software, pues es mejor quitarlos para hacer el coche más eficiente y “reducir el peso”. La segunda explicación afirma que estos sensores son propensos a que les entre agua, pero entonces ¿por qué no se sustituyen por una versión sin este problema? No es una explicación mejor que la anterior, si acaso, más pobre. @elchapuzasinformatico