Un artista que vivía en Rhode Island acababa de perder su amado apartamento. Había sido su hogar durante años, y tenía que encontrar una alternativa rápidamente. Sabía exactamente a dónde ir, el centro comercial. Enterrado dentro de la estructura había una habitación secreta, un espacio sobrante formado por las paredes de las tiendas planificadas olvidadas durante la construcción. Discretamente comenzó a limpiarlo, lo llenó de muebles y lo convirtió en un departamento habitable. Durante cuatro años, pasó desapercibido sin pagar alquiler. ¿Cómo se salió con la suya durante tanto tiempo?
Está en inglés pero muy bien ilustrado.
Enviado por Jumy.
El factor machismo en la población autóctona es absolutamente residual.
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La charla completa aquí.
De 2014 en adelante…
– “¡Al abortaje! Sola y borracha quiero llegar a casa, no es no, sí es sí, ¡ni una menos! ¡machete al machote!”
– “Fino, deja de dar protagonismo a esos tuits aislados de feministas desnortadas”
– “Son 4 chaladas de Twitter, el feminismo no es eso”
– “Las denuncias falsas no existen” (a pesar de que hasta el mismo ministro de justicia que impulsó la LIVG sufrió una)
– “Qué pesado eres con este tema, en la vida real esto no tiene ninguna relevancia”
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