También hay que tener en cuenta el contexto cultural. Los dos grandes triunfadores de 2022 han sido Rosalía y C. Tangana, artistas en las antípodas de las prescripciones culturales ‘indepes’. Rosalía siempre se ha negado a posicionarse en favor de la independencia y en la industria se la ve más como una artista española que catalana. Tangana, por su parte, está triunfando con un álbum titulado El madrileño y llena el Palau San Jordi ofreciendo un despliegue de españolidad, que va desde la reivindicación de los bares castizos hasta la apología del flamenquito de Ketama, Ray Heredia y Navajita Plateá.

El ambiente pop actual recuerda a la explosión de los primeros Estopa, con su orgullo charnego y su reivindicación de la rumba, el castellano y la estética de los toros (o del cerdo de pata negra extremeño). En realidad, los artistas de más éxito surgidos en las tres últimas décadas en Cataluña coinciden en no encajar en los patrones culturales ‘indepes’: me refiero a todos los mencionados hasta ahora más el llamativo caso de Juan Magán, artista electrónico de Badalona que no fue aceptado en los círculos cool de la electrónica barcelonesa ni siquiera cuando adquirió el estatus de estrella global, gracias a la consolidación del electrolatino. Hablamos del género que Magán contribuyó a forjar años antes de que cuajara globalmente la moda de la música urbana cantada en nuestro idioma. Casi todos esta lista de artistas también coinciden en venir de familias de clase baja. @vozpopuli

Puede que haya publicado este post por el tremendo supra. Solo puede.

Enviado por Miguel A.