El monograma juntando la B con la K para formar la hamburguesa es magia negra.
Y tras ver un cambio a mejor, tras el salto el caso contrario: PEUGEOT.
El monograma juntando la B con la K para formar la hamburguesa es magia negra.
Y tras ver un cambio a mejor, tras el salto el caso contrario: PEUGEOT.
Sucedió esta semana en Las Vegas. ¿Qué dice la ley allí sobre estos asuntos?
Y aquí el vídeo completo: en un principio le robaron el bote de las propinas, y al ver que era “easy”, decidieron aumentar el botín y… despertaron a la bestia. Aquí un vídeo con la noticia y una entrevista al tendero.
Ella literalmente preguntó cuál era la bebida más cara. El camarero me miró a los ojos, y el “bro code” (código de colegas) entró en acción. Él dijo que todo estaba agotado. Que dios le bendiga esté donde esté. Volví para darle una propina pero la rechazó.
Enviado por Naish.
Su nombre es Etienne Klein, y este científico francés ha logrado que la mayoría de personas que leyeron su mensaje “trampa” cayeran en ella. Y es que hizo pasar por estrella, concretamente la Próxima Centauri, lo que era nada más y nada menos que una loncha de chorizo. Su objetivo era llamar a la reflexión sobre la veracidad de la información que nos llega, en consonancia con su rol de filósofo de la ciencia. @laregion
Enviado por MiguelMC.
Hola maricoin, soy uno de los que casi te vieron nacer, y he vuelto despues de un largo tiempo… ya me publicaste alguna aportación em su día, y quizá compartas esta última que te envío, creo que es interesante. @FJRM
La entradilla del vídeo:
Los occidentales estamos obsesionados con los fuegos devastadores y sus consecuencias. Debido a la suma de circunstancias favorecedoras, los incendios en nuestros bosques son cada vez mayores, y aparejado a eso, crece exponencialmente la preocupación por la quema de nuestros bosques, y por encima de eso, la sensación alimentada por los medios de que literalmente estamos quedándonos sin masas boscosas y que vamos inevitablemente al desastre.
Sin embargo, la realidad es bien distinta. La obsesión por “NO TOCAR” las zonas verdes y por eliminar cualquier tipo de intervención sobre ellas está provocando, paradójicamente, que los incendios sean cada vez más frecuentes, potentes y devastadores. Esta es la cruda realidad detrás de los incendios, según los expertos.