¿Y si todos los residuos plásticos que inundan el planeta pudieran ser transformados en gasolina y diésel fácilmente y sin contaminar?

En Cancún una empresa asegura haber creado un proceso que lo hace posible. Además el resultado es gasolina de 100 octanos.

Pero no es algo puntual, en este artículo de El Español explican el proceso.

El proceso de convertir las bolsas de plástico en combustible comienza abriendo la tapa del aparato e introduciendo los residuos. Después, éstos se calientan y, posteriormente, se introducen en un horno presurizado sin oxígeno. Ahí se calientan de nuevo a 427 º C para convertirlo en plástico líquido, que la máquina después transforma en un estado gaseoso.

El gas que se produce se atrapa y se almacena para su enfriamiento, mientras que el vapor se condensa cuando está frío y forma petróleo crudo. Akinori Ito descubrió que dicho petróleo producido por la máquina es una mezcla de gasolina, diésel, queroseno y combustible pesado. Un elemento que se podría utilizar para calentar algunas estufas y generadores, y servir como una alternativa a la gasolina cuando se refina o para impulsar vehículos como barcos, coches o motos. @elespanol

Enviado por JNM.