La defensa del acusado, el letrado penalista Juan Gonzalo Ospina, considera «cuanto menos este extremo insólito». «En ningún momento en la denuncia inicial se hace referencia a mi representado como autor de hecho alguno, sino que se refiere a que él mismo mandó a un ente extraño a distancia que se le metió por la boca a la denunciante», señala.
La mujer decidió más tarde ampliar la denuncia, señalando directamente a su cliente. En sede judicial, la supuesta víctima aseguró que el guía espiritual de la sesión de reiki «la hipnotizó» y le tocó todo el cuerpo y el pecho, «si bien a continuación refiere que estaba aturdida y que no recuerda nada». Según el sumario, la mujer «no estaba plenamente consciente cuando tuvieron lugar los hechos», aunque de los informes médicos no se concluye la posible existencia de sumisión química. @lavozdegalicia
Enviado por @Heisenberg911