Cuando los cangrejos ermitaños van creciendo, necesitan una casa más grande, así que van buscando nuevos “recipientes” algo más grandes, cobre todo suelen ser caracolas vacías.
Cuando encuentran un recipiente lo inspeccionan con las patas delanteras, y salen un momento del suyo para probar el nuevo. Si es demasiado grande, vuelven al suyo, y apartan a un lado el que han probado y no les sirve.
Lo acojonante llega ahora. Se ha comprobado que otros cangrejos más grandes van probando el recipiente siguiendo el mismo proceso, y volviéndolo a dejar libre si es demasiado grande, pero se quedan cerca haciendo fila en orden de tamaño. Cuando llega algún cangrejo suficientemente grande para rellenarlo bien bien, el siguiente coge la caracola que deja ese, y así sucesivamente uno detrás de otro van intercambiando sus recipientes.
He encontrado un vídeo de esta curiosa actitud cangrejil.
Enviado por Jumy.