¡Hola, Sr. Fino! Sólo decirte que sigo tu blog desde… ¡ya ni me acuerdo! En mi anterior trabajo, donde pasaba muchas temporadas en plataformas petrolíferas, con limitado acceso a Internet, tu site era lo único que me sacaba sonrisas al final de los dias.
Te envio una noticia que te va a encantar, referente al mono-tema de los últimos años. Es sobre la nueva liga “mixta” de baloncesto juvenil que ha intentado organizar el Ayuntamiento de Valencia. El resultado del experimento te va a encantar:
[…] Chicos con barba de 1,95 metros contra chicas de 1,80. Cuerpos de 90 kilos chocando contra otros de 65. Chicas que rehúyen del bloqueo por no pegar sus pechos a la espalda del contrincante. Árbitros a quienes los partidos se les van continuamente de las manos porque no saben cuándo es falta y cuándo es contacto. Resultados escandalosos. Al técnico de la Fundación Deportiva Municipal que ordenó el nuevo formato de competición le ha salido el tiro por la culata en su afán de promocionar la igualdad al unir a hombres y mujeres en las ligas mixtas juveniles de baloncesto, donde compiten equipos de chicos, de chicas y mixtos. Nadie está contento. Ni las mujeres, que se desmotivan ante la superioridad física de sus rivales masculinos, ni los hombres, que se saben ganadores antes del partido.
«A estas edades (de 16 a 18 años), juntarlos es una locura. Las diferencias son de 50 puntos de media», explica Víctor Mut, entrenador del CB Benimaclet, uno de los afectados. El equipo, totalmente femenino, ha perdido la ilusión por el básket. «Es una decepción absoluta. Siento una gran impotencia y rabia porque en casi todos los partidos contra los chicos se cierra acta (cuando la diferencia es de más de 40 puntos). Por mucho que trabajemos y entrenemos, es frustrante», explica Elena Cardo, integrante del CB Benimaclet.
La misma impotencia, o más, sienten las chicas del CB Guadalaviar. Ganaron la liga femenina la temporada pasada. El otro día perdieron 50-4 contra un rival masculino. «Hemos pasado de ser campeonas de liga el año pasado a sentirnos humilladas. Es un chasco de competición, todo esto desmotiva, porque todos los partidos acabamos por los suelos con golpes. Los chicos son más fuertes, más altos y más rápidos. ¿Esto es igualdad? Es todo lo contrario», explica la capitana del equipo, Lucía Lucas. «Luego está el tema del contacto. Yo soy atrevida, pero hay compañeras que se cortan al hacer un bloqueo y es normal, porque cualquier contacto puede ser malinterpretado y eso cohíbe. A algunas les resulta incomodísimo», añade.
Su entrenador, Eduardo Lucas, está indignadísimo. «Este invento es discriminatorio, humillante, ofensivo. ¿Cómo juntas a jugar a baloncesto a hombres y mujeres de 18 años? Mis jugadoras se quejan de que las tocan, aunque sea sin mala voluntad. Alguien ha querido mezclar política y deporte, y se ha equivocado. Todos estamos de acuerdo en que hay que luchar mucho por la igualdad, pero esto es lo contrario. Han destrozado una liga. Cada vez vienen menos jugadoras a entrenar, se están dejando el baloncesto», explica. A una de sus jugadoras se le dislocó el hombro hace 2 jornadas en un choque contra un pívot de 1,86. […] [Noticia]
Algunos querían igualdad, y se han llevado dos tazas…
No creo que tenga mucha repercusión a nivel nacional (cuando las cosas salen mal, no interesa que se sepa), así que espero que te interese lo suficiente para publicarlo en tu blog y que se vea la ridiculez.
Un abrazo de un seguidor, y espero que podamos disfrutar de tu humor por mucho tiempo más.
Gracias por el aporte, aunque el resultado era tan obvio que esto solo nos habla del retraso de la persona a la que se le ocurrió esta fantástica idea.
Hace un tiempo la selección absoluta de fútbol australiana se midió contra un equipo de chavales de menos de 15 años y perdieron miserablemente…