Realmente escribo estas líneas como contestación a mi padre, el cual el otro día me acusó de fomentar el “caldo de cultivo que da motivo a ciertos partidos de derecha para desacreditar a los señores que ahora mismo nos gobiernan” (si así, de repente, después de comer tranquilamente, en su casa, de postcuarentena). Y la culpa la tienes tú, si tú, Fino hijo de Sherwood, porque tu blog estaba puesto en la tele conmigo al mando del ratón, viendo vídeos de turbomierda en plan risas y claro, el señor tuvo que poner debajo alguna chorrada con contenido político divertido del gobierne, y claro, yo mostré mi malestar por gran parte de su gestión, públicamente, como suelo hacer al menos con la gente de mi círculo más cercano, que espero, ya conozcan un poco el contexto (si, mi pvta cabeza) en el que se hacen estas “deliberaciones”.
Y lo cierto es que sí, estoy cabreado con esas señores, estoy cabreado por muchas cosas; por su falta de previsión, por su falta de transparencia a la hora de exponer los hechos, y por numerosos asuntos más que me llevaría días recabar objetivamente, especialmente los lamentables fallos de consenso y comunicación que han reinado durante este tiempo, muchos de los cuales te has encargado “desinteresadamente” de recopilar en tu blog.
Una vez expresado mi cabreo, y ante la defensa indómita contra tales afirmaciones ejercida por padre, al cual también siempre he considerado poseedor de un espíritu crítico muy a respetar, en mi caso del que aprender, lo cual me lleva también a la idea de que mi aita (padre en Euskera para los que ni habéis visto Cuentamé), no ha tenido en cuenta el contexto en el que se desarrollan esas ideas (Mi pvta cabeza padre, no quiero que vuelva Hitler ni nada de eso, osstia) me surgió una pregunta:
¿Ante las mismas circunstancias, hubiésemos sido tan críticos y cabrones con gobiernos anteriores?
¿Hubiésemos sido tan críticos con el gobierno de los hilillos en el Prestige, si hubieran tenido que gestionar esta crisis tan chunga y única que estamos viviendo? ¿Con los de necesitamos turboayuditas guays europeas vamos a privatizar todo el merchan nacional, tu privatizas Rep y luego yo con otros colorines termino el dibujo con un sol? Con los de que chungo las bombas estas de vascongadas, nosotros no negociamos, nosotros tampoco; todos negociamos cuando estamos en el gobierno. Pero yo, que soy el más listo y quiero más votos, por si acaso pongo unos matoncetes en la muga a hacer barbaridades.
Lo que venía a decir, tener que aguantarse la risa cuando nos enchufan a Leticia Dolera dando clases de feminismo en la televisión pública o lo que se revolvería en la tumba un verdadero marxista si viera que una señora que limpia portales se siente identificada con Ana Rosa Quintana por el hecho de ser mujer, o que algún imbéciI que desgraciadamente fue elegido o fue puesto ahí por algún “elegido” retuitee a un tipo que estaba tope #Blacklivesmatter y al de media hora sale pegando a un señor que defendía su tienda, o incluso la defensa de ciertas leyes más chungas que algún día discutiremos, no son tan dolorosas cuando te puedes imaginar a los de los hilillos, o a los del “tranqui, que son fondos reservados”, incluso a los de “Se fuerte Luis, estamos contigo” o a los de “Hemos dedicado tiempo ayer por la noche y esta mañana” gestionando un problema chungo y real como este.
Pero es que claro, mi señor padre, tuvo que aguantar a los de “Esto no lo podemos publicar” o “A ver si pasa el filtro” y mi abuelo a los de “Bilbainitas, esta noche salís en camisón”, y eso era otro royo, mucho más mainstream; y hay que entender ese contexto de “Conio es que lo de antes era mucho más chungo”, gran pilar y justificación de lo que fue la transición (esto último leer con voz de Antonio Gasset) y de otros muchos disparates patrios.
Volviendo a lo que me traía a estos pantanosos lares, si la solución a la economía, o al problema del momento, o al eufemismo vanguardista que eligieran en aquellos tiempos para designarlo era ir a la guerra de Irak por intereses mercantilistas, o privatizar de golpe todos los medios que tiene un país para defenderse ante las economías externas a cambio de subvenciones; la solución y pautas para la misma a la pandemia en España las hubiera puesto Bayer, Pfizer o Levandosky, incluso un tipo en bañador diciendo que está en Palomares, y no el señor de las almendras, tan majete el, que ya podría haberse hecho una chaqueta a medida teniendo ese puesto y tal porte.
Lo cierto es que estes señores, para bien o para mal, no se han vendido a un interés mayor, externo a los intereses de lo que Otegi diría “El Estado”, vamos, que no nos han jodido tanto, dentro de lo que nos podrían haber jodido, gracias, cabrones. La han preparado sí…, pero sea “El Estado” líquido o gaseoso… ¿Si existiera y tuviésemos desde hace ya un tiempito una ley que permitiera a los tipos de una legislatura pedir cuentas a los señoros y miembras del ejecutivo anterior sobre su gestión… ¿Estos que tenemos, dadas las circunstancias, estarían tan jodidos como los que les han precedido?
Yo, después de leerme, creo que no… pero ahí lo dejo… change my mind.