Sí, este es el crack que se puso a hacer un numerito llorando en la tumba de George Floyd más que cualquiera de nosotros en el entierro de nuestro abuelo. Ahora le han propuesto eliminar el cuerpo de policía (fantástica idea, ¿qué podría salir mal?), y como no podía ser de otra manera… se ha negado.
Luego abandonó el lugar (le expulsaron) y solo le faltó una monja con un cencerro a su lado.